La NBA sigue otorgando los premios de la temporada, y ya en su recta final el penúltimo ha sido el de los despachos, que define al mejor ejecutuvo del año en la liga. Como cabía esperar, no ha habido sorpresa y
Bob Myers, general manager de la mejor franquicia de la temporada este año, Golden State Warriors, se ha llevado el galardón por delante de David Griffin de los Cavs y Mike Budenholzer de los Hawks. La renovación de Klay Thompson, las elecciones de jugadores como Draymond Green, Harrison Barnes, Festus Ezeli en el draft y el traspaso de Bogut son algunas de las armas que ha logrado Myers para rodear a la perfección a su superestrella, Stephen Curry, formando uno de los mejores equipos vistos en las últimas dos décadas. Los Warrios han logrado 67 victorias esta temporada y ya están en las semifinales de conferencias al ganar a Pelicas por 4-0 en primera ronda.
El contrato de Curry fue sin duda su apuesta más arriesgada. Se la jugó a ofrecerle al jugador 44 millones por 4 tempoadas a pesar de sus dos operaciones de tobillo y sus constantes problemas físicos, y el ahora máximo candidato a MVP se lo pagó con creces dando un rendimiento muy superior al contrato ofrecido allá por 2012, convirtiéndose en uno de los mejores jugadores de toda la liga.
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