LAC-HOU: Lo que parecía una utopía tras finalizar el cuarto partido de la serie, donde McHale hizo el rídiculo fuera de la pista y Howard en ella poniendo el 3-1 en la eliminatoria favorable a los Clippers, ha dado un giro total y los tejanos han conseguido lo que hasta ahora sólo habían logrado 8 equipo más en la historia de la liga, la remontada. Los Rockets se llevaron anoche el 7º partido, cerrando de esta forma su pase definitivo a las finales del Oeste, donde se enfrentarán a Golden State Warriors. Los tejanos lideraron el choque en todo momento tras el 28-21 inicial de la mano de un James Harden que fue más superestrella que nunca cuando más lo necesitaba su equipo en el último cuarto. Howard volvió a ser resolutivo y claramente de menos a más en la serie y en lo que va de Playoffs, eso si, en un rol mucho más secundario (16-15) de lo que cabía esperar a principio de temporada, lejos de esa superestrella franquicia que maravilló a todo el mundo en Orlando.
Houston dominó el choque en todo momento y mostró su mejor versión en un maravilloso tercer cuarto que les llevó a lograr una ventaja de hasta 20 puntos ya entrado el último período. Tan sólo un cúmulo de perdidas y los nervios pusieron la emoción en los últimos minutos, con los Clippers intentando la remontada a la desesperada de manos de Paul, que fue el mejor de los de Rivers, y un gran Blake Griffin, que cierra con una cara más que desesperante unos magníficos playoffs. Ariza fue la tercera opción de los Rockets, finalizando el choque con 22 puntos y un triple clave a falta de un minuto que dejaba a los angelinos fuera de la postemporada contra todo pronóstico.
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