Chicago se hunde mientras Houston coge aire.



Chicago Bulls volvió a caer tras una horrible toma de decisiones en las últimas posesiones que permitieron a James, líder indiscutible y autor de 38 puntos, dirigir a los Cavs a un pasito de las finales de conferencia. En la otra serie de la noche, Houston se puso las pilas en su vuelta a casa y de la mano de un soberbio James Harden le dio de la misma medicina a unos Clippers que por momentos nos dejaron correcalles dignos del All Star Weekend.

CHI-CLE: Lebron James se volvió a disfrazar del mejor jugador del planeta y con una exhibición de las que se recuerdan (38-10-6) lideró a unos Cavs que se mostraron más mermados que nunca con el bajo nivel de Mozgov y los problemas físicos de Irving, que le hicieron jugar todo el partido con fuertes muestras de cojera. Cleveland llevó la iniciativa del encuentro en todo momento, con un James colosal escudado a la perfección por Irving en su rol de tirador y un Dellavedova que sigue ganándose un nuevo contrato la temporada que viene con lucha y acierto desde el perímetro.

Precisamente fue el australiano el encargado de sacar del partido a Gibson, que resultó expulsado en el último cuarto tras una patada completamente inncesaria y antideportiva. Cleveland apretó desde ese momento y saco una renta de hasta 17 puntos, pero a partir de ahí Chicago volvió a sacar su circulación de balón en ataque (a pesar de que Rose estuviese horrible en la segunda mitad por un problema en la muñeca) y puso el partido a 2 puntos gracias un parcial de 24 a 9 liderado por un excelso Butler en ataque y Noah en defensa con las ayudas a Lebron. Chicago tuvo bola para empatar a un minuto del final del partido, pero Lebron con un tapón a Rose en la transición defensiva permitió a Cleveland sellar la victoria a base de los tiros libres de sus dos máximas estrellas.



LAC-HOU: Houston volvía al Toyota Center con la obligación de ganar o de lo contrario irse a casa frente a unos Clippers muy superiores en los dos partidos celebrados en el Staples Center y solventaron la papeleta con creces tras derrotar a los angelinos por 124-123. Harden, muy irregular en lo que va de serie sacó al fin su talento y con el primer triple doble de su carrera (26-11-10) en una postemporada fue la referencia ofensiva de unos Rockets que anoche si pudieron hacerse con el dominio de la pintura que tanto necesitan para desarrollar su juego. El reajuste de McHale de meter a Josh Smith en el quinteto fue un acierto, encontrando de forma más cómoda a Howard en la pintura y facilitando el juego en transición que tanto le gusta la franquicia tejana. El partido se convirtió desde el minuto 1 en un correcalles continuo entre ambos equipos donde Houston sacó la ventaja definitiva de 15 puntos gracias al liderazgo de Harden mediado el segundo cuarto. Desde ese momento Clippers se ausentó del encuentro pensando probablemente en cerrar la serie en casa el próximo jueves.

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