"Agua" invade la Gran Manzana

Durante el período vacacional, la ciudad de New York fue una de los centros neurálgicos del mundo baloncestísico. Todo el salary cap disponible para el fichaje de dos máximos centraban la atención de una afición ilusionada por el regreso a la cima que se avecinaba. Los meses pasaron y llegó el primer gran líder de los últimos años, Amar'e Stoudemire.

Parecía el primero, el escudero perfecto para "The Chosen One", pero el de Ohio prefirió la bahía. La ilusión comenzó a cesar al cabo de los días y ya nadie más iba a llegar. La temporada parecía fría para lo esperado, sin metas elevadas más allá de la clasificación para los PO. Una superestrella cuestionada por su separación de Nash, un base incosistente obligado a dominar un arma que no era su mejor virtud como el Pick & Roll y dos chavales jóvenes que ni los más optimistas daban como selección de alguna de las 30 franquicias en el draft 2010. Y es precisamente aquí donde llegamos al tercer punto más importante en lo que llevamos de temporada para los aficionados al basket y a los Knicks.

Su nombre es Landry Fields, número 39 del pasado draft procedente de Stanford. Todo un jugadorazo a nivel college, Fields promedió en su año senior 22 puntos por partido y casi 9 rebotes, conviertiéndose así en el 8º máximo anotador de la nación y  entró de esta manera en el quinteto ideal de la Pac-10. Para casi todo el mundo, Fields no era más que un desconocido cuando Donnie Walsh y su cuerpo de scouting decidieron apostar por él tras su otra arriesgada selección (y todavía cuestionada), Andy Rautins.

Como el propio GM comentó, se quedo enamorado la noche del draft tras preguntar a sus empleados cual era el mejor jugador disponible a esas alturas. Le pusieron unos videos de Landry en su año senior y Donnie no dudó en decir:
¿Como es posible que este jugador siga disponible a estas alturas? 
El resto es historia. Tras una Summer League espectacular, la franquicia de la gran manzana decidió darle un contrato, no si antes negociar, motivo por el cual el jugador aterrizó de los últimos en la plantilla. Tras una preseason en la que no se preveían minutos para él, el joven escolta comenzó a demostrar que su inteligencia no es propia de un jugador novato. Poco a poco fue encandilando a D'Antoni con su intensidad, tanto atrás como delante, y su gran acierto desde la línea de 3 una vez que Amar'e y cía le doblaba balones en las dobles marcas.


Desde ese momento Fields es un fijo para la franquicia. Ha jugado todos los partidos hasta el momento como titular, ganándose más minutos cada encuentro que pasa. "Agua", como ya le denomina la prensa y la afición de New York demuestra un talento y una entrega impropia para un rookie, además de demostrar constantemente que es uno de los jugadores más inteligentes que han aterrizado en la liga americana en los últimos años. A pesar de su poca capacidad atlética y su velocidad, Fields sustituye sus carencias con una utilización siempre perfecta de sus virtudes, como su movimiento sin balón, su espectacular capacidad para ir al rebote, y su seguridad con el balón en las manos. No posee un gran manejo de balón, pero tiene una capacidad innata para cortar (motivo por el que incluso D'Antoni se ha quejado incompresiblemente a comienzo de campaña) y ocupar espacios, dando siempre alternativas a la hora de mover el balón.

A pesar de no ser un jugador explosivo, Fields es por tanto un seguro, una pieza que NY no tenía desde hace mucho tiempo.  Un wing capaz de complementar a la perfección a una estrella exterior, aportando en lo que no sale en las estadísticas y en lo que si lo hace, conviertiéndose de esta manera en una pieza de muchísima utilidad para cualquier equipo. Es por eso que en NY hay otro motivo para la esperanza, el draft empieza a dar sus frutos, y la afición lo agradece.
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