El caso más absurdo e increíble del verano lo ha protagonizado el center de Los Angeles Clippers,
DeAndre Jordan, que tras el acuerdo verbal al que había llegado con Dallas Mavericks, se ha echado atrás y tras una nueva reunión con Clippers y sus compañeros el jugador ha dejado plantado a la franquicia de Texas para
renovar con los angelinos por el máximo, 4 temporadas y 87,7 millones de dólares.
De esta forma los Clippers siguen aumentando su escala de odio a nivel popular en un acuerdo al que muchos periodistas han hecho referencia como "traición" en un pacto no escrito, que a pesar de todo, no tiene validez hasta el momento de la firma. Los Clippers vuelven a tener así al center dominante que esperaban y siguen intactos de cara a su candidatura como contenders para los próximos años.
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