Dos tapones y una asistencia dieron vida a un equipo que no supo contrarrestar la excelsa defensa de los Cavaliers liderado por el poder bajo los aros de Mozgov y Thompson, que fueron una constante pesadilla en el rebote de ataque y en la intimidación interior. En ataque, la figura de Lebron James volvió a ser vitales para los vistantes. Con 44 puntos marcó su tope anotador en un encuentro de las finales y mantuvo a unos Cavaliers más que luchadores en el partido tras la reacción de los Warriors en el segundo cuarto. Muchos cambios de líderes y juego a tropezones fue la tónica general del choque, que encontró en la segunda mitad la aparación de Klay Thompson en el partido tras una primera mitad para olvidar. 16 de sus 21 puntos llegaron en los segundos 24 minutos y dirigieron junto a un intermitente Curry al camino de la victoria. Por parte de Cleveland, Irving fue el escudero perfecto del rey con 23 puntos hasta que su rodilla dijo basta durante una prórroga que Lebron James pudo evitar con un tiro en suspensión y posterior rebote de Shumpert. Dejando el choque en empate a 98, la prórroga no tuvo más historia. Tan sólo 2 puntos de Cleveland en 5 minutos y la salida del campo con muletas de un Irving que deja abiertas todas las dudas del mundo de cara a disputar el resto de la serie.
Harrison Barnes con un triple decisivo mató el partidoy dio el primer punto Golden State, que por momentos vió que una serie frente a Lebron James será de todos menos sencilla.
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