¿Y ahora qué? Conferencia Oeste.



Si algo caracteriza a la conferencia Oeste es por su dureza para acceder en los puestos de postemporada. Muchas franquicias montan proyectos interesantes que se quedan a medio trayecto y que nunca llegan a eclosionar lo que no les permite acceder a la fase final. Por eso, las recontrucciones en dicha conferencia suelen ser más largas y duras, y hay que tenerlas realmente bien planteadas para poder tener éxito. Eso y contar con que la diosa fortuna te haga un par de guiños. Así, este año tenemos algunos equipos realmente interesantes y con potencial que se han quedado fuera de los playoffs y que van a tener que sudar para volver a tener opciones de meterse. El futuro de las franquicias perdedoras en el Oeste siempre tiende a ser más complejo que en El Este y salir del pozo nunca es tarea fácil.

Minnesota Timberwolves (16-66): Minnesota ha tenido unas últimas temporadas muy complicadas. Si es cierto que el equipo parecía que iba a salir de la mediocridad tras la era Garnett y con la llegada de Love pero el equipo no ha hecho nada más que ir dando tumbos pese a llevarse buenos jugadores en el mercado de agentes libres. Este verano se decidió cortar de nuevo el proyecto y empezar de nuevo. Se traspasó a Kevin Love que puso rumbo a a Ohio y llegaron dos prometedores jugadores: los canadienses Wiggins y Bennett. El equipo ha sufrido numerosas bajas y han tenido claro que su objetivo era un pick alto para este Draft y así ha sido. La mejor noticia en los Wolves ha sido el buen rendimiento de Wiggins que ha ido de menos a más y ha crecido a lo largo de la temporada. También ha sido un año para recordar porque en el deadline se envió a Young lejos para traer a un icono como Garnett que ejercerá de mentor del núcleo joven. Con un nuevo pick 1, los Wolves esperan seguir creciendo, sin prisas pero sin pausa.

Los Angeles Lakers (21-61): Nunca una temporada se había hecho tan larga en los Lakers. En la franquicia ya sabían que no iba a ser fácil el camino de la reconstrucción pero esperaban dar visos de ir por el buen camino y nunca fue así. Ya antes de debutar, su flamante rookie, Julius Randle se operó del pie y causaba baja para el resto del curso. Bryant salía de una lesión y tenía que dosificarse, algo que no está acostumbrado a hacer. Byron Scott trató de hacer funcionar al equipo basándose en la defensa pero eso es algo que tampoco sucedió. En definitiva, todo terminó cuando el capitán del equipo sufrió otra lesión que le obligaba a guardar reposo hasta la temporada siguiente. En los Lakers esperan una transición por la vía rápida y están seguros de lograrlo. Al menos esta temporada podrán contar con dos rookies que se suponen importantes para el futuro y algo más de margen para tratar de atraer a alguno de los grandes agentes libres. Y todo ello debemos sumarle a Kobe Bryant, que volverá más fuerte que el año pasado. Como siempre.

Sacramento Kings (29-53): Tras un inicio prometedor los Kings fueron cayendo al pozo de la conferencia oeste poco a poco hasta llegar a un lugar que les es de sobras conocido. El equipo arrancó sin Isiah Thomas pero con Darren Collison e hicieron unos primeros partidos de auténtica locura. Liderados por Gay y sobretodo, Cousins se sumaron varias victorias que permitían al aficionado King a soñar con una buena temporada. Poco duró la alegría. Una meningitis apartó al genial pivot y Gay solo no pudo hacer frente al calendario. Pese al buen rendimiento de Collison (quien también causó baja) no se hacía más que sumar victorias. Entonces la gerencia decidió destituir a Mike Malone, una decisión muy discutida por aficionados y críticos puesto que el trabajo de Malone estaba siendo realmente bueno. En su lugar se puso a Corbin quien no tuvo un buen paso por Utah. El cambio de entrenador no ayudó en nada y el equipo fue cuesta abajo y sin frenos. A finales de temporada se decidió dar otro golpe de timón: destituyeron a Corbin y en su lugar entró el prestigioso George Karl. Los Kings ahora deberán buscar dos cosas: la primera, terminar de complementar su plantilla para hacer frente a los grandes equipos de la conferencia y la segunda, dotar de identidad al grupo. Y para esto último se ha traído a Karl.

Denver Nuggets (30-52): Una de las decepciones del curso sin lugar a dudas. Quizás nadie se esperaba que estuvieran en postemporada pero si que diesen más guerra. El bloque de Nuggets ofrecía buenos jugadores con distintas características al cual se sumaron Afflalo (traspasado por Orlando a cambio de Fournier) y dos rookies como Harris y Nurkic, ambos con cierto potencial para rendir y ser importantes pronto. Pero nada salió bien. El experimento de Brian Shaw y el triangulo ofensivo nunca tuvo éxito, los jugadores no sabían a lo que jugaban y las rotaciones no estaban del todo claras. Lawson pasó mucho tiempo en la enfermería y todo el año rodeado de rumores de traspaso y de incomodidad. También se esperaba a Kenneth Faried tras su buena actuación en el Mundial pero tampoco terminó de llegar. Tras tanta decepción, en Colorado se empezó a reconstruir. Cambiaron a Brian Shaw por Melvin Hunt, se traspasó a Mozgov a cambio de rondas del draft para darle mayor importancia a Nurkic y se traspasó también a Arron Afflalo rumbo a Portland. Ahora en verano parece ser que buscan acomodo a sus dos estrellas, decididos a empezar casi de cero. Y es casi lo mejor que podrían hacer tras la decepción acumulada.

Utah Jazz (38-44): Nunca a un equipo (quizás a los Detroit Pistons este mismo año) le había supuesto tanto bien la pérdida de un jugador a cambio de prácticamente nada. Con Enes Kanter descontento y siendo expiring, los Jazz buscaron acomodo rápido para el pivot turco antes que regalarlo. Finalmente lo enviaron a los Thunder y la maquinaria de los mormones empezó a funcionar y a competir de verdad en el Oeste. Quinn Snyder, flamante nuevo entrenador de los Jazz comenzó a retocar los quintetos, dando valor a algunos jugadores hasta conseguir dar con la tecla. Con Exum y Gobert de titulares, el equipo mejoró exponencialmente y tiene visos de seguir haciéndolo a poco que se siga trabajando igual. El núcleo es joven pero bueno, con Hayward y Favors a la cabeza, jugadores como los mencionados Exum y Gobert junto a Burks, Hood, Ingles o Booker el equipo parece haber encontrado su identidad. Queda en el vacío la figura de Trey Burke, quien no se sabe muy bien cual va a ser su rol pero que es un jugador a tener en cuenta. Con esto, los Jazz aspiran a tener un bloque formado y esperan competir por los PlayOffs a la de ya y es que en Utah no pueden esperar a otro año de reconstrucción.

Phoenix Suns(39-43): Por segunda temporada consecutiva los chicos de Arizona se han quedado a las puertas de entrar en postemporada. El año pasado fue toda una sorpresa que Phoenix estuviese en la pomada por el octavo puesto, este año era lo que se esperaba más o menos de ellos. El problema lo tuvieron quizás en la agencia libre, perdieron a Frye que había rendido bien en la franquicia y trajeron a Isaiah Thomas desde Sacramento para un puesto que ya tenían cubierto con la pareja Bledsoe - Dragic. Por otro lado, su draft fue mediocre, eligieron bien a TJ Warren para ayudar en las alas, un puesto que necesitaban reforzar y que no hicieron como deberían. En su otra elección de primera ronda eligieron a Tyler Ennis, otro base bajito que no iba a tener espacio y con otras opciones viables aún disponibles. Las cosas no empezaron mal para los Suns, sumando victorias aunque la incomodidad de Dragic fue un incordio hasta que en el deadline realizaron movimientos muy importantes. Enviaron a Plumlee y a Enns rumbo a Milwaukee para recibir a Brandon Knight que estaba cuajando su mejor temporada. También traspasaron a Dragic rumbo a Heat y a Thomas en dirección a Boston. A Phoenix llegaron jugadores casi marginales como Granger, Thorton, Salmons y Marshall. Con estos trades más las apuestas de Wright y Len, con la figura de Bledsoe parece claro que los Suns quieren empezar una reconstrucción paralela al proyecto que ya tenían empezado y no van a renunciar tan pronto a la posibilidad de pelear por un anillo. 

Oklahoma City Thunder (45-37): La palabra lesión ha acompañado a los Thunder a lo largo del año. Con Westbrook y Durant perdiéndose numerosas citas a los de Oklahoma les ha sido muy complicado pelear por un puesto para la postemporada que como siempre en el oeste, está carísimo. Durant causó baja en varios periodos hasta que tuvo que pasar por el quirófano y perderse lo que quedaba de temporada. A la inversa le fue a Russell Westbrook quien empezó el curso con lesiones hasta que se recuperó y protagonizó una recta final de temporada de ensueño, digna del mejor jugador de la liga. Haciendo triples dobles noche si, noche también, Westbrook fue el clavo ardiendo al cual se agarró la franquicia, algo que finalmente no resultó exitoso. Con ellos, también Ibaka sufrió percances físicos lo que mermó al equipo. Perkins siguió en su pobre línea de aportación, Jackson se fue del equipo incluso antes de ser traspasado y el banquillo no ofrecía soluciones. En febrero Presti decidió que era hora de mover ficha y mejorar lo que tenía para tratar en 2016 el asalto al anillo, se quitó de encima a Perkins y a Jackson y se trajo a Kanter, una nueva opción ofensiva pero que deberá trabajar muy duro para ser más consistente en defensa y varios jugadores de rol como Novak, Augustine o Singler. En verano Brooks se marchó y Donovan, de los Florida Gators aceptó el puesto de entrenador jefe. Vientos de cambio en los Thunder, pero con el binomio Westbrook - Durant intacto y sano, los playoffs parecen más que asegurados. Faltará ver si las piezas nuevas le dan al equipo la posibilidad de pelear por el anillo.
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Sobre Ahmed El Jaiedi Acharki

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