Destacó la vuelta a las canchas de Kyrie Irving, que tras dos partidos de descanso volvió con límite de minutos de cara a la puesta a punto para una final que presumiblemente tendrá a otro de los mejores bases de la liga como Curry en el equipo contrario. El base finalizó el encuentro con 16 puntos, mientras que J.R aportó un doble-doble de 18 puntos y 10 rebotes desde el banquillo. Y es que la maquinaria de Cleveland parece no cesar incuso sin Kevin Love, al que los de Ohio no han echado de menos en absoluto en ningún encuentro desde su lesión.
Los Hawks caen tras la mejor temporada de su historia, rompiendo el número de victorias de forma consecutiva y siendo el equipo revelación de la temporada, pero su estado físico y las bajas de hombres claves como Korver han propiciado el adiós de una franquicia que tendrá que pelear por retener el núcleo si quiere hacer lo mismo la próxima temporada. De esta forma, Cleveland vuelve a una final tras 2007, donde cayeron derrotados por San Antonio en 4 partidos, la primera vez que Lebron visitaba una final de la NBA. La historia parece bien distinta este año.
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